Cómo escoger el método de pago más adecuado para tu negocio

¿Sabías que ofrecer el método de pago adecuado puede marcar la diferencia entre cerrar una venta o perder un cliente?
Tanto si tienes una tienda online, como si ofreces servicios o trabajas con otras empresas, elegir cómo vas a cobrar es una decisión estratégica. Y no solo por comodidad, sino porque afecta directamente a tu liquidez, a tu carga administrativa y, lo más importante, a la experiencia de tus clientes.
En este artículo te explicamos qué tipos de métodos de pago existen y cómo elegir el más adecuado para tu negocio.
¿Qué son los métodos de pago?
Los métodos de pago son las formas a través de las que tus clientes te abonan por los productos o servicios que ofreces. Van desde el efectivo hasta sistemas 100 % digitales, pasando por cheques, transferencias o pagos a plazos.
Cada método tiene sus ventajas y desventajas, y no todos se adaptan igual de bien a todos los modelos de negocio.
Pros y contras de distintos métodos de pago
En un entorno cada vez más competitivo y digital, ofrecer opciones variadas de pago ya no es solo una ventaja, sino una necesidad. Y escoger el método de pago adecuado es fundamental para facilitar las ventas, mejorar la experiencia del cliente, reducir la morosidad y optimizar la gestión financiera.
De hecho, estudios recientes muestran que los negocios que diversifican sus métodos de cobro pueden reducir los impagos hasta en un 30%. Además, más del 70% de los consumidores prefieren comprar en negocios que les ofrecen alternativas flexibles de pago, ya sea en tienda física o en línea.
Veamos cuáles son los métodos de pago más comunes y qué ventajas y desventajas presentan para una empresa.
Efectivo
El efectivo es el método de pago más tradicional. Consiste en el intercambio físico de billetes y monedas, generalmente en el momento de la transacción.
Es un método inmediato y universal, que no requiere intermediarios ni tecnología, lo que lo convierte en una opción sencilla y accesible para cualquier cliente.
Sin embargo, presenta algunos inconvenientes importantes: el manejo de efectivo implica riesgos de seguridad, tanto por pérdida como por robo, y complica la trazabilidad contable. Además, su uso está disminuyendo progresivamente en muchos sectores debido a la digitalización y a las nuevas preferencias de los consumidores.
Pago con tarjeta
El pago con tarjeta, ya sea de débito o crédito, permite realizar cobros electrónicos a través de un TPV físico o virtual. Es uno de los métodos más populares por su rapidez, seguridad y porque permite pagar incluso cuando no se tiene efectivo.
Para las empresas, ofrece una gestión automática de los cobros y reduce significativamente el riesgo de errores en caja.
No obstante, también supone costes de comisión por transacción que deben asumirse y puede implicar esperas en la liquidación de fondos. Requiere además la instalación de un terminal, lo que puede suponer una inversión inicial.
Cheque o pagaré
El cheque y el pagaré son documentos que representan una promesa de pago futura. Aunque su uso ha disminuido en la mayoría de los sectores, todavía se utilizan en operaciones entre empresas o en sectores más tradicionales.
Su principal ventaja es que permiten aplazar el pago sin necesidad de financiación externa.
Sin embargo, representan un riesgo importante para el negocio, ya que pueden devolverse por falta de fondos. Además, el proceso de cobro puede ser lento, y requieren una gestión documental que no siempre es ágil ni compatible con sistemas digitales modernos.
Transferencia bancaria
La transferencia bancaria es una de las formas más comunes de realizar pagos entre empresas. Consiste en enviar dinero de una cuenta a otra mediante una orden bancaria.
Su principal fortaleza es la seguridad y la trazabilidad: cada pago queda registrado y puede justificarse fácilmente. Además, no hay costes de manipulación y se puede realizar desde cualquier lugar.
El principal inconveniente es que no es inmediata si no se trata de una transferencia instantánea, lo que puede generar demoras. Además, en operaciones con nuevos clientes, puede haber reticencias hasta confirmar el ingreso o, incluso, errores al enviar la transferencia.
Domiciliaciones bancarias
Las domiciliaciones bancarias son un método de pago mediante el cual una empresa puede cobrar directamente en la cuenta del cliente. Puede hacerlo de forma periódica o puntual, sin necesidad de que este tenga que realizar ninguna acción manual cada vez que se genera un cobro.
Este tipo de operación requiere que el cliente autorice previamente el cargo mediante un mandato SEPA. Este permite a la empresa ejecutar los cobros automáticamente en la fecha acordada. Es un sistema muy utilizado para servicios recurrentes, como cuotas mensuales, suscripciones o pagos fraccionados de productos o servicios.
Una de las principales ventajas de las domiciliaciones bancarias es la comodidad que ofrecen tanto al cliente como al proveedor. Al automatizar el proceso, se eliminan los olvidos y se garantiza una mayor puntualidad en los cobros, lo que mejora la liquidez de la empresa. Además, permiten una gestión muy eficiente cuando se trabaja con muchos clientes o se ofrecen servicios con facturación periódica.
No obstante, también presentan ciertas desventajas. Por ejemplo, el cliente tiene derecho a devolver el recibo en un plazo determinado, generando incertidumbre en los ingresos hasta que se confirma el cobro. Por otra parte, el proceso de devolución o modificación de un cargo domiciliado puede implicar trámites adicionales.
Aquí tienes un artículo de un caso concreto donde una empresa consiguió reducir todos sus impagos. Para hacerlo, cambió las transferencias a domiciliaciones bancarias con el método SEPA a través de GoCardless.
Cómo una empresa redujo el 90% del tiempo que dedicaba a facturar y eliminó sus impagos.
Pago a plazos
El pago a plazos es una forma de financiación que permite al cliente dividir el importe total de una compra en varias cuotas. Esta opción puede aumentar significativamente las ventas, especialmente en productos o servicios de alto valor.
Para la empresa, ofrece la posibilidad de cerrar más operaciones y fidelizar clientes.
No obstante, implica un mayor riesgo de impago, especialmente si no se hace una evaluación previa de solvencia. Además, puede complicar la tesorería si no se gestiona correctamente el calendario de cobros.
Algunas empresas recurren a entidades externas para gestionar los pagos fraccionados y así reducir el riesgo.
Contrareembolso
El contrareembolso es un método de pago en el que el cliente abona el importe de su pedido al recibirlo, normalmente en entregas a domicilio.
Este sistema genera confianza en el comprador, sobre todo en primeras compras o cuando hay desconfianza hacia la tienda online.
Para el negocio, sin embargo, supone varios inconvenientes. Los costes de gestión son mayores, ya que el transportista debe encargarse del cobro, y el riesgo de devoluciones o rechazos del pedido también. Además, el dinero no entra en caja hasta que se completa todo el proceso, lo que retrasa los ingresos.
PayPal
PayPal es una plataforma de pago digital que permite a los clientes pagar sin compartir sus datos bancarios directamente con la empresa. Su rapidez y facilidad de uso lo han convertido en uno de los métodos más utilizados en e-commerce.
Para las empresas, es una vía para atraer a un público digitalizado que valora la comodidad y la seguridad.
Sin embargo, las comisiones por transacción suelen ser elevadas, y hay menos control sobre la gestión del dinero, ya que los fondos quedan primero en PayPal antes de ser transferidos al banco. También puede haber disputas que bloqueen los pagos.
GoCardless
GoCardless es una plataforma especializada en domiciliaciones bancarias. Permite automatizar los cobros recurrentes con una integración sencilla en sistemas de facturación o CRM.
Su principal ventaja es que reduce la carga administrativa y mejora la previsibilidad de ingresos. Además, es más económico que otros métodos de cobro digital.
No obstante, solo es adecuado para negocios con cobros periódicos y no para pagos puntuales o ventas al por menor. También requiere que el cliente dé su consentimiento por adelantado, y en algunos casos, los plazos de cobro pueden ser de varios días.
Amazon Pay
Amazon Pay es un sistema que permite a los usuarios pagar en comercios online utilizando su cuenta de Amazon. Ofrece una experiencia de compra rápida, ya que no es necesario introducir datos de pago o envío cada vez. Esto reduce el abandono de carritos y mejora la conversión en tiendas online.
Para las empresas, es una opción atractiva si su público ya está familiarizado con Amazon.
Sin embargo, conlleva costes similares a los de otras pasarelas de pago. También implica ceder parte del control del proceso de compra a una plataforma externa. No todos los negocios se adaptan a esta integración.
Bizum
Bizum es una solución de pago inmediata entre particulares o entre empresa y cliente, ligada directamente a la cuenta bancaria del usuario. Es especialmente popular en España y se ha consolidado como una opción rápida y sin comisiones en muchas operaciones.
Su gran ventaja es la inmediatez del cobro y la sencillez de uso. Es una alternativa atractiva para pequeños negocios, autónomos o servicios a domicilio.
Sin embargo, su funcionalidad está algo limitada para grandes empresas, ya que no permite automatizar ni integrar fácilmente los cobros en sistemas de facturación complejos. También hay límites en los importes por transacción.
¿Cómo elegir el método de pago adecuado para tu empresa?
No se trata de elegir un solo método de pago para tu empresa, sino de combinar los más adecuados para tu tipo de negocio y tus clientes. Aquí tienes los factores clave a tener en cuenta:
- Tipo de cliente. ¿Son particulares o empresas? ¿Compran online o presencialmente?
- Tipo de producto o servicio. No es lo mismo cobrar por una suscripción mensual que por un proyecto de obra.
- Importe medio de las ventas. Para importes altos, los métodos con bajas comisiones o financiación pueden ser clave.
- Cobertura geográfica. ¿Vendes solo en España o a nivel internacional?
- Facilidad de uso. Para ti y para tu cliente.
- Seguridad y protección contra impagos.
- Coste por transacción o mantenimiento.
- Capacidad de automatización.
Ofrecer varias opciones puede aumentar tu tasa de conversión. Si el cliente encuentra su método de pago favorito, es mucho más probable que finalice la compra.
Estudios demuestran que el 56% de los clientes abandonan la compra al no encontrar su método favorito entre las opciones de pago. Por eso, cuánto más facilites el método de compra y la experiencia del cliente, más oportunidades de venta cerrarás.
Automatización de cobros para ser más eficiente
Una vez definidos tus métodos de pago, el siguiente paso es automatizarlos.
Automatizar los cobros significa que no tendrás que estar pendiente de enviar recordatorios, emitir recibos o hacer seguimientos constantes. Y eso se traduce en menos tareas manuales, menos errores y más tiempo para lo importante: hacer crecer tu negocio.
Beneficios de automatizar tus cobros
Gestionar los cobros de forma manual puede parecer una tarea asumible cuando un negocio está arrancando. Pero a medida que crecen las operaciones y el volumen de clientes, los errores, los olvidos o los retrasos se vuelven más frecuentes. Es en ese momento cuando automatizar los cobros deja de ser una opción interesante para convertirse en una necesidad estratégica.
Uno de los beneficios más visibles es la reducción de impagos. Automatizar el proceso permite establecer reglas claras de cobro y aplicar acciones automáticas cuando una factura no se ha abonado en plazo.
Ya no depende todo de que alguien se acuerde de enviar un recordatorio o de hacer una llamada incómoda. Los sistemas actúan por sí solos: envían avisos, programan reintentos y alertan si algo se sale de lo previsto. Esto no solo aumenta la tasa de cobro, también evita tensiones innecesarias con los clientes, ya que todo sigue un protocolo preestablecido.
En términos operativos, el ahorro de tiempo administrativo es enorme. Muchas empresas pierden horas valiosas cada semana preparando recordatorios, consultando extractos bancarios y cruzando datos para ver qué clientes han pagado. Cuando los cobros se automatizan, estas tareas se eliminan o se reducen drásticamente.
Todo el proceso, desde la emisión de la factura hasta la confirmación del ingreso, puede fluir de forma sincronizada. El equipo gana tiempo para tareas de más valor, como mejorar el servicio, cerrar nuevas ventas o analizar resultados.
Gracias a esta automatización, también se consigue un mayor control sobre la tesorería. El seguimiento de los cobros se vuelve mucho más transparente y preciso.
En lugar de depender de hojas de cálculo o anotaciones dispersas, la empresa puede acceder en cualquier momento a información actualizada sobre qué pagos han llegado. Saben en segundos cuáles están pendientes y qué previsión de ingresos hay para las próximas semanas. Esto permite tomar decisiones financieras con más seguridad, anticiparse a posibles tensiones de liquidez y planificar inversiones sin sobresaltos.
Desde el punto de vista del cliente, el cambio también es positivo. Una empresa que automatiza sus cobros transmite una imagen de orden, profesionalidad y confianza. No hay errores, no hay retrasos, no hay improvisación. El cliente sabe lo que se le va a cobrar, cuándo y cómo.
Además, otro gran punto a favor es el registro automático de los pagos. Cada ingreso queda asociado de forma directa a la factura correspondiente, lo que reduce el margen de error y evita errores de conciliación. Esto se traduce en una contabilidad más limpia y en menos tiempo invertido en corregir malentendidos o hacer ajustes contables a final de mes.
Y si pese a todo se produce un retraso o impago, los avisos y seguimientos automáticos hacen que el sistema actúe sin intervención humana. Esto garantiza una respuesta rápida y sistemática, sin que nadie tenga que estar pendiente de enviar correos o revisar manualmente qué clientes llevan varios días de demora. Todo está controlado, todo está en marcha, y eso da una enorme tranquilidad al negocio.
Gestión de cobros desde un único lugar
Como bien has comprobado durante este artículo, escoger uno o varios métodos de pago para tu empresa es una tarea complicada, pero es fundamental. Y, si además de escoger una forma de pago, automatizas tu sistema de facturación, los beneficios son mayores.
¿Y si todo esto pudieras gestionarlo desde un solo lugar?
Con Vendomia, automatizar tus métodos de pago es tan fácil como configurar tu sistema una vez y dejarlo trabajar por ti. Puedes emitir facturas, programar cobros recurrentes, controlar el estado de los pagos y enviar recordatorios automáticos, todo desde una única plataforma.
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En el siguiente vídeo, te mostramos cómo ayudamos a digitalizar los procesos de una empresa. Descubre, a través del testimonio de Grupo Costa Blanca, cómo ha sido este proceso.